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martes, 8 de octubre de 2013

DOBLAR RODILLAS

DOBLAR RODILLAS

Introducción.

Hemos escuchado muchas veces que para ser escuchados por Dios es necesario “Doblar Rodillas”
Literalmente hablando, doblar rodillas es hincarse o sea ponerse de rodillas.
Hay muchas razones por las que nos ponemos de rodillas. Por ejemplo si alguien nos va a hacer un daño o nos amenaza con matarnos, es posible que nos arrodillemos pidiendo clemencia. También un esposo ante su pareja que le está pidiendo que abandone el hogar, etc. etc.
Como puede verse doblar las rodillas es un acto de sumisión mediante el cual una persona prácticamente se somete a la voluntad de la otra persona.

¿Pero que significa realmente doblar rodillas ante Dios?

Veamos algunos pasajes de la Biblia acerca de la necesidad que tenemos de estar de rodillas y en santa oración, ante la presencia de nuestro Dios y Creador, para pedirle por nuestras necesidades y para agradecerle por todas las cosas que nos ha dado, bien sea a solas en nuestra habitación, o con nuestra pareja y familia o en comunidad. O sea al ponernos de rodillas mostramos sumisión a Dios.



Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra. (Efesios 3:14-15)
En este pasaje, Pablo habla a los Efesios acerca de su oración pidiendo que les dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior de su espíritu. Y Pablo lo hace de rodillas reconociendo con esto la voluntad de Padre a quien se somete.

En la playa nos pusimos de rodillas y oramos. (Hechos 21:5)
En este pasaje son todos los discípulos que se encontraron con Pablo en la ciudad de Tiro y le pedían que no fuera a Jerusalén. Se quedaron en Tiro siete días  y luego salieron juntos con sus mujeres e hijos hasta las afueras de la ciudad y ahí oraron, poniéndose de rodillas. Nuevamente es un acto de sumisión al Padre pidiendo por Pablo y los discípulos que los acompañarían en el barco.



Dicho esto se puso de rodillas y oró con ellos. (Hechos 20:36)
Pablo se encuentra en la ciudad de Mileto y habla a los lugareños sobre lo que les ha enseñado sobre ayudar a los necesitados y recordarles las palabras de Jesús. Más bienaventurado es dar que recibir. Entonces Pablo, de rodillas, se puso a orar, ya que salía para Jerusalén donde él sabía que iba a ser perseguido y encarcelado.
Con este acto Pablo a sabiendas de lo que le iba a suceder, se somete a la voluntad del Padre.

Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró. (Hechos 9:39-40)
Aquí es Pedro que fue llamado por los discípulos  porque una discípula, llamada Tabita, que abundaba en buenas obras había muerto. Cuando Pedro llegó  lo llevaron ante el cuerpo y él sacando a todos se puso de rodillas y oró, y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro se incorporó.
Pedro se puso de rodillas reconociendo con eso la voluntad del Padre. Se somete a la autoridad del Dios. Es pues Dios y no Pedro, quien resucita a Tabita ante la intercesión humilde de Pedro.

Jesús se apartó de ellos como a un tiro de piedra y puesto de rodillas oraba diciendo: Padre, si quieres aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. (Lucas 22: 41-42)
Poco antes de ser entregado a manos de los romanos, para que se cumpliera lo que estaba escrito, se fue al monte de Los Olivos y los discípulos le siguieron. El los mandó a orar para que no cayeran en tentación ya que habían dicho, los discípulos, que tenían dos espadas. Se apartó y poniéndose de rodillas oró al Padre.
Si Jesús se arrodilla para someterse a la voluntad del Padre, nos enseña con ésto que nosotros debemos hacer lo mismo. Si el hijo de Dios lo hace, cuanto más nosotros debemos hacerlo.

Al verlo simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús  diciendo: Aléjate de mi señor que soy un hombre pecador. (Lucas 5:8)
Este pasaje es cuando Dios hizo que Pedro y los otros pescadores llenaran sus barcas de peces y entonces Pedro reconoce el señorío de Jesús y se arrodilla ante él.


Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: Si quieres puedes limpiarme. Y Jesús sintiendo misericordia de él, extendió la mano y lo tocó, y dijo: Quiero, se limpió. (Marcos 1:40-41)
También el leproso se somete, poniéndose de rodillas a la voluntad de Jesús. Jesús ve su fe y su humildad y lo sana.



Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos. (Filipenses 2:10)
Aquí Pablo le explica a los Filipenses de cómo Jesús, siendo hijo de Dios, se despoja de sí mismo y toma forma de siervo y se hace semejante a los hombres y se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Entonces Dios lo exalta y dice la palabra, le da el nombre sobre todo nombre para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos (los ángeles), y en la tierra (los hombres) y en los abismos (los demonios).
Es entonces Dios mismo que ordena que ante el nombre de Jesús debemos doblar rodillas.

Reflexión

La Biblia enseña que un día toda rodilla se inclinará en el nombre de Jesús, ya sea que tú seas un creyente o no, si fueses judío, ateo, cristiano, musulmán, budista, etc.  Te guste o no, quieras o no, tu rodilla se doblará en el nombre del señor Jesucristo. Porque está escrito:

Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios. (Romanos 14:11)

Pero la expresión doblar rodillas va más allá de el acto físico de arrodillarse. El punto es que ante el nombre y presencia de Jesús no sometamos a Él con actitud humilde y entonces de esa forma hagamos de La Palabra vida en nosotros. O sea que aceptemos realmente a Cristo en nuestro corazón y en nuestra mente y espíritu.


Lo importante no es si quieres o no  doblar rodillas y así confesar que Jesucristo es el Señor. Lo importante es que lo hagas aquí, antes de que partas de este mundo para ir a su presencia. Porque en definitiva un día tendrás que doblar tus rodillas para confesar que Jesucristo es el Señor, pero si no lo hiciste durante tu vida terrena, ya no servirá de mucho.

Si te decides hoy vas a encontrar un SALVADOR que te va a recibir con los brazos abiertos. Él te aceptará como su hijo y podrás disfrutar de la vida eterna junto a Su presencia.

Si, por el contrario, tu orgullo no te permite tomar la decisión, igual tendrás que confesarlo ante el mismo Dios, pero ya no como Salvador, sino como JUEZ. Ya no vamos a tener más oportunidades y nos condenaríamos  para siempre.

No es cuestión de que quieras, sino de que te decidas. Si te decides hoy, confiesa tus pecados y pídele a Jesús que entre en tu corazón. No solo va a ser la decisión más importante de tu vida, sino que además tu corazón se llenará de paz, amor y gozo.

La religión solo produce cambio de costumbres en las personas, pero la verdadera transformación se debe producir en lo más profundo del ser humano.



Conclusión

El doblar rodilla significa sumisión, significa que toda persona admita que él es Dios y que tiene dominio Universal. En sumisión humilde a su autoridad  todo espíritu celestial, ángeles, los vivos y los muertos, y claro también los demonios doblarán sus rodillas en el nombre de Jesucristo en sumisión a Él.

Toda persona desde el principio del mundo, desde Adán, Abraham, Moisés, todos los profetas, los discípulos, todo rey que haya vivido, todo presidente (Washington, Hitler, Mussolini, Hussein, todo primer ministro de Israel, todo líder religioso, el Papa, Muhammad, todo científico como Darwin, desde el más rico hasta el más pobre, se inclinará ante el nombre de Jesús.

Porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados y autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él.  (Colosenses 1:16)



PAREJA: GERARDO MORA Y LILIA AZOFEIFA